Después de demasiadas horas al sol y muchas quemadas de piel, nos encontramos en una cita dermatológica en donde nos recomendaron unas cápsulas que protegen del sol.

Una capsula al dia y podíamos surfear por horas, sin que la piel se inflamara o se pusiera roja. Todo esto gracias a un helecho llamado Polypodium Leucotomos.

Inmediatamente comenzamos un proceso de investigación sobre este helecho que crece en Centroamérica y conforme profundizábamos en la investigación, más y más nos enamorábamos del Polypodium. Cuando nos dimos cuenta estábamos importando el primer paquete de Polypodium Leucotomos.

Sin cápsulas, encapsuladoras o algún conocimiento farmacéutico, reunimos a un grupo de amigos
y nos fuimos a surfear. Todos consumimos una cucharada de Polypodium y nos metimos al mar. Para nuestra sorpresa salimos con la piel más roja que una langosta y obviamente fuimos el centro de burlas durante ese dia.

Al llegar la noche, uno de nosotros seguía bastante seguro que el Polypodium Leucotomos si funcionaba y decidió consumir 2 cucharadas más antes de dormir, sin contarle a nadie por supuesto.

Al dia siguiente nos despertamos y lo primero que notamos es que todos
seguíamos con la piel super roja, excepto el único de nosotros que había decidido consumir 2 cucharadas más. A este se le había cambiado el rojo por un
olor bronceado . Y eso fue lo que nos dio la seguridad de profundizar aún más la investigación y lanzar la primer formula, el Daily Blend.